El valle encantado está situado en el noroeste de Navarra y es aquí donde los Pirineos ofrecen su semblante más suave. Laderas cubiertas de helechos, verdes prados surcados por abundantes riachuelos, bosques umbríos y silenciosos como el de Bértiz, invitan al disfrute de la naturaleza en las más diversas posibilidades.
Sus pueblos, cuna de ilustres conquistadores y cortesanos, combinan armónicamente lo señorial con lo popular, mostrándolo en sus casas-torre, palacios y caseríos.
Las tradiciones han sabido conservarse en múltiples manifestaciones, capaces de hacernos retornar a tiempos mágicos y misteriosos: fiestas coloristas y carnavales espectaculares, el recuerdo de la brujería en algunos lugares, una gastronomía sorprendentemente natural...